La gente, en sus esquemas idiotas de pensamiento abstracto suelen creer que lo tienen todo bajo control, y sin embargo es tan fácil caer en error y desacierto, caer en infortunio y contradicción, en angustia, al punto que todos, absolutamente todos terminan cayendo por un camino u otro y mueren al final. La sinapsis nerviosa no hará su función fuera de este esquema porque también es mortal. Si le damos un nombre, el nombre es complejo en esencia porque escapa a todo tipo de control conceptual, a todo tipo de referencia semántica y gramatical, a todo tipo de formalismo lógico que intente simplificarlo. La aproximación fenomenológica a la génesis de todo tipo de esquematismo, así sea un esquematismo difuso, como una intuición que matematize sobre el caos asistida por el uso instrumental de la razón, así sea un esquematismo más formal, que considere referencias fonológicas, electromagnéticas, las huella químicas de la acción, en suma, que considere en todo el paquete las matrices teóricas que suelen ser obviadas en el discurso y los filósofos contrabandean tras esa nube llamada conciencia ¡esa sucia palabra! - ninguno de estos esquematismos demuestra con rigor la existencia de un ser trascendente. Si vamos a hablar con algún brazo de la física, no podemos darle un nombre simple, sin embargo tampoco podemos decir que es un pedazo de materia. ¿Cómo diablos pretendemos darle nombre existentivo a estas cosas, denominándolas a traves del uso del lenguaje abstracto, formal, lógico, matemático sin caer en relativismos y formas paraconsistentes de entendimiento lógico-formal? ¿Cómo osamos creer que es siquiera posible el ser relativo en el uso del lenguaje en todas sus formas vertientes? La relatividad es como una caja de Schrodinger donde el gato es "el pensamiento". ¿Cómo es posible en todo caso, hacer un discurso decente al respecto de los esquematismos de nuestro entendimiento como seres pensantes? ¿O es que acaso no pensamos, y tenemos que asumir el "ello piensa" como irracionalistas? ¿O tenemos siempre que estar relegados a hablar en términos de dualismos como el puente entre lo óntico y lo ontológico? Lo digo de modo que al hacer el discurso, sea cual fuere la temática, podamos, comprender claramente y explicar el antes y el después del curso de nuestras acciones. Cuán abusivamente absurdo se vuelve el lenguaje en estas fronteras, que ya no quiere ser palabra, habiendo subestimado al número. ¿Pero qué número? ¿Expresado a través de qué función, y para qué en todo caso? El sentido ordinario de las funciones es darle expresión temporal a un fenómeno temporal, no a un fenómeno metafísico, un noúmeno en el sentido kantiano del término. Y sin embargo, un número puede obliterar la lógica, cosa que la lógica misma no puede por más que intente. Tengo que confesar que esta cuestión es algo que no deja de importarme.
CABEZA DE GORGONA
sábado, 14 de septiembre de 2019
martes, 18 de octubre de 2016
Poniendo en cuestión la importancia de la "realidad" tal cual la conocemos subjetivamente.
"When I become death, death is the seed from which I grow" (W. Burroughs)
¿No es esta acaso la razón por la que no queremos morir llevando grandes cargas de conciencia en el fondo? ¿No es por esto que buscamos e intentamos ser más justos y valerosos? ¿No es por esto que enfrentamos nuestro miedo? Porque odiamos el horror como si al odiarlo nosotros mismos lo creáramos. ¿A qué tropos dirigimos idealmente la mirada intencional de la conciencia? Intencionados desde nuestra voluntad solo fácticamente modulable, aún podemos ver la voluntad que creemos inalienable en nosotros, en la razón del corazón, del pulso que busca mantenernos vivos y que nos arranca dios al morir. ¿Podemos ver su voluntad ahí? ¿O es demasiado fuerte siquiera para eso? Muchos se vuelven sal por mirar ese camino del que vinieron, voluntades modulables como los brazos de intencionalidad multivectorial de un pulpo. Así nuestra conciencia estructura a través de la percepción una realidad física de energía que literalmente manipulamos desde que simplemente movemos nuestras manos o cualquier parte del cuerpo, pero llega esta fuerza+más+fuerte y te arranca la vida. ¿O no? Lo hace realmente y te saca a la metafísica o solo te dispersa por la física a divagar fraccionado, como esos tentáculos pero hechos pedazos. Cómo medusas licuadas por los rotores de una lancha.Microorganismos que componen microcosmos, también tienen ahí toda una física en la que se puede colegir el despliegue de menores clústeres de información a los cuales simplemente no prestamos atención.. pero, ¿y si caemos en uno de ellos? Era lo que creen todos los animistas que viven en el dogma de la reencarnación.
Siendo así el destino, entonces, al ser reducidos a partículas, o podemos generar nuestros propios agujeros negros y componer un nuevo universo desde nuestra muerte, y así el genio maligno nos mate, nos libraremos de él, dejando a dios completar su autoaniquilamiento, o todo lo contrario, evitamos su trabajo, este "entrar en la nada" por simplemente hacerlo. Es un terrible ser ciertamente quien hace eso, y grande tiene que ser mi odio cuando deseo matarlo antes que él a mi. Sería un odio futil, sin embargo, pues "es inmortal".. salvo que al entrar en la nada pierda su valores. Es el camino lógico: Si dios entra en la nada por inercia de su omnipotencia o deseo de su voluntad, pone en juego su propio poder: puede perderlo al fraccionarse, deja de ser omnipotente.
Salta pronto a la vista que tenemos que reformular este concepto de dios, entonces. Porque lo observamos desde el proceso de desintegración del campo inmanente para su aniquilamiento.
Dios hizo una mala jugada y va a morir, llevándonos a todos consigo. ¿Me dejo entender?
nos va a doler como mierda!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)